28 may 2010

El Navegante

Papá; fui testigo silente cuando maldijiste a la vida, el destino y escupiste en el rostro de tu espejo. Te oí llorar enfurecido en la solitaria oscuridad entre humo y alcohol. Te oí gritar tu odio a Dios y a tí mismo. Estaba ahí, cuando juraste nunca más escuchar esta canción, que fue himno en tu vida y tantas veces la cantaste para hacernos dormir a mi hermano y a mí.
"Nunca más... " dijiste.
Anoche... también la escuché. Junto a tí.
Ahí estaba yo, detrás de tí.
Gracias papito..
¿Qué es lo que me está pasando,
que en la quietud perfecta
todo empieza a temblar?
Se remueven mis caminos,
se hace trizas el retrato
de mi infancia y su calor.

Mi familia y mis amigos
se me ponen frente a frente
solo me hacen pensar..
si al medio de esta tormenta,
nacerán las flores
de un lugar Azul e inmenso.

Justificar mi ausencia,
no es más que pretexto
de vida y aventura
como oración sin leyes
en libertad inquieta
mi rostro se bañaba.

Con el fulgor de las estrellas
que cantan la mañana
bien juntas con mis sueños;
todo estaba allí trenzado
hasta que dí el paso,
hasta que tu amor me dijo:
"¿Y si al cielo lo cambiaras,
por toda la realidad?;
sé que todo sería tan diferente.
Ya que la fé que tu haz puesto
no se juega,
no se tranza,
ni por un solo momento.
Es fogata que corre en tus venas,
es quizás tiempo gastado,
es un sol que llevas dentro
primero y sin segundo,
del amanecer de tu alma".
Si yo fuera navegante,
capitán o simple infante,
de inmediato aceptaré;
Que la tierra siempre lejos,
que la niebla imponderable,
en mis mapas son la sal.
Que tormentas indomables
y mujeres que lloraban
hasta el amanecer.
Fueron por mi amigo, hermano,
su sonrisa amada,
sus ojos de fuego y noche.
Eduardo Gatti "El Navegante"

8 comentarios:

  1. Buenas Veru, a veces es bueno dejar la careta a un lado y mostrarse tal cual, aunque solo sea un momento tan corto como un suspiro. Vivir la realidad y no esconderse tras apariencias, lamentablemente somos orgullosos y no aceptamos que nos equivocamos en ocasiones. Maldecimos y nos enfurecemos, pero es por el calor del momento.
    Todos somos navegantes, pero solo algunos tienen el valor de lanzarse a la mar y disfrutar de ella. Otros solo avanzan hasta perder la vista del puerto y regresan aterrados a tierra firme.
    Otros solo miran el puerto desde la ventana de su hogar..
    Disculpa por haber pasado tan tarde por tu blog, pero no he tenido tiempo...
    Me alegra ver otro tipo de escritos tan diferentes a lo que veia siempre en tu blog. Cuidate y saludos...

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus lindas palabras Jaime..
    Me alegra que aún quieras pasar y saludarme.
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. veru! Xd espero k me sigas en mi nuevo blog! jeje besitos! para tii!

    http://aliizson.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  4. Pero claro pos Veru, no tendria por que dejar de pasar, solo que no he tenido mucho tiempo, lo de trabajar de noche me tiene un poco agotado. ;)
    Cuidate y Besos. Espero verte pronto.

    ResponderEliminar
  5. Muchas veces se maldice...a la vida, a la suerte al destino, pero pocas veces en esos momentos tan oscuros uno logra darse cuenta de que detrás de tí hay un ser que te ama y te apoya aunque tu no lo ves.
    Muy lindo, un abrazo y gracias por pasar a visitarme!

    ResponderEliminar
  6. niñaaaaaa!!! no te pierdas! me hacen falta tus palabras!!!!! jejeje besitos! Veruu!

    ResponderEliminar
  7. Como siempre es un placer leerte!

    Lamento no haber pasado antes.

    Siempre leyendote.

    Maria Magdalena.

    ResponderEliminar
  8. Que gran poema Veru, deja una enseñanza importante y es que uno puede maldecir muchas cosas en esta vida, pero en ellas siempre habrá alguien apoyándote, escuchándote, ya me volví fan de tus poemas sigue así linda =)

    ResponderEliminar