26 ago 2011

¿Qué será?


¿Qué será lo que tienen tus ojos?
¿Qué será que en ellos me ahogo?
¿Qué será que me encanta?

25 ago 2011

El libro


¿Será que el pasado es una novela olvidada de noches en vela y sabor oxidado?

28 abr 2011

El Pasajero



¡No me hables!
Sólo conduce;
¡Cállate!
Yo sé lo que eres.
No digas nada
Mantén tus manos al volante
¡No voltees!
Esto es real.

23 abr 2011

La Sirena y el Pescador


En oceanos
que sin barcos flotan,
lo mejor que pude hice
para sonreir.
Oí tu cantar,
y hacia tu isla
tus ojos y dedos
dibujaron el amor.
Y cantabas:
"Navega hacia mí, navega hacia mí;
déjame envolverte".
Aqui estoy,

Aqui estoy,
Esperando abrazarte.

¿Te soñé acaso,
que soñabas conmigo?
¿Estabas aquí,
cuando atónito estaba?
Ahora mi torpe barco se hunde
roto y abandonado
perdido en tus rocas.
Por tí canté:
"No me toques,
No me toques,
vuelve mañana".
Oh! mi corazón,
oh! mi corazón,
se oculta de dolor.

Como la ostra

perplejo estoy.
Aproblemado
como el mar.
¿He de quedarme
entre tus olas?

¿O con la novia muerte
reposar?
Escúchame cantar
"Nada hacia mí, nada hacia mí
déjame envolverte"
Aqui estoy
Aqui estoy
Esperando abrazarte.

25 mar 2011

Adiós Mamá.



Te fuiste aún en verano.
De sol suave y tibia tarde.
"Contigo siempre estaré"
Dijiste sin soltar mi mano.
Yo, estúpida, callé.
En mi alma sentí la pena,
No importa aquel
"Siempre te recordaré"
Es una pena que arde...
A decirte cuanto te amo;
No alcancé.

10 ene 2011

.. fade away


"... Hija, las estrellas no brillan para siempre"

14 dic 2010

Partida/Comienzo


Pasaron algunos minutos antes de tomar la decisión. Se dirigió hacia el señalado rincón, enfundó su arma y dejó la habitación sin cerrar la puerta. Segundos después dejaba el hotel caminando sin volver la mirada.

Al llegar a la primera esquina, alzó la vista y lo que parecía un día soleado, no era tal.

19 nov 2010


Cierra la cortina - susurra
¿Cómo te veré en la oscuridad? - preguntó.
....
No hubo respuesta
Pues en silencio
ella se marchó.

25 sept 2010

Domingo


Inspiró con fuerza tratando de recuperar el oxígeno perdido en la pelea y exaló agachando su cabeza. Llévandose las manos a la cara limpió esa mezcla de sudor y sangre que le recorría la frente y las mejillas y que se deslizaba suavemente por el cuello hasta su pecho.


Me miró fríamente. Yo, aún tirada en el suelo, con parte de mi ropa hecha jirones, sin entender absolutamente nada de lo que había sucedido, sentí un frío gélido que recorrió mi cuerpo con violencia y comenzé a tiritar, sentí naúseas y todo comenzó a dar vueltas.


- Estás en shock - dijo sin emoción alguna en su voz...

...

- Necesito un buen trago y un cigarri... - le alcancé a escuchar decir antes de que la puerta de entrada se partiera en trés y cayera estrepitósamente al suelo.


Entraron ordenada y rápidamente y en cosa de segundos la habitación estaba repleta de personas vestidas con uniformes oscuros, botas, máscaras especiales y cascos. Todos fuertemente armados. Uno de ellos levantó una mano abierta y sin dejar de apuntarnos con su arma, gritó con voz segura lo que pareció ser una orden que no entendí. Acto seguido ingresaron otros cinco tipos vestidos con impecables trajes de vestir negros y se acercaron al rincón donde estaba el hombre sentado con su espalda apoyada en la pared, mirando el piso sin expresión. Le hablaron y le consultaron cosas, pero él no respondió. Del mismo modo hablaron entre ellos. Cinco segundos después un hombre alto, delgado y de brazos largos entró seguido de uno más pequeño y rechoncho. Un halo de autoridad los rodeaba y sin temor lo hacían notar. También vestían de manera impoluta. Caminaron hasta donde se encontraba el cadáver de mirada perdida y macabra expresión y lo examinaron detenidamente asintiendo con la cabeza de cuando en vez. Luego, al ver al hombre sentado en el rincón, sonrieron en forma simultánea mostrando sus blanca dentadura. Una mujer joven venía con ellos, vestía un traje de chaqueta gris encima de una bluza blanca de seda, una falda ajustada del mismo color que le llegaba hasta la rodilla y tacones color negro. No me había dado cuenta hasta ese momento que me había vomitado encima. La mujer se me acercó y con una toalla comenzó a limpiar mi rostro. Se sacó su chaqueta gris y me cubrió con ella al ver como aún tiritaba. - Tranquila. Vas a estar bien.- me dijo dulcemente. Pese a que no debía ser más de 10 años mayor que yo; su voz me hizo recordar a mi madre cuando de niña me consolaba al lastimarme o al sentir alguna pena tonta. Recordé a mi hermano. Y comencé a llorar. Ella secó mis lágrimas con un pañuelo blanco - -dijo- Me llamo Verónica, me alegra conocerte al fin.

- Yo igual me llamo Ver... - Y me desmayé.





24 sept 2010

Seguro


Nada importa
pues no existe futuro.
Nada importa
eso es seguro.

Toda la vida
tratas de probar
lo que eres capaz.
A nadie le importa,
es la verdad.

Mentiras, engaños,
traición y egoismo.
En este mundo sin futuro
nada importa
eso es seguro.

3 sept 2010

Compañeros...


Pocos quedamos,
y poco queda en el camino.
Les digo no temáis
porque en algún lugar
cuando gire la rueda
a encontrarnos volveremos
y al son de trago dulce
les digo amigos
Brindaremos!.

18 ago 2010

Nostalgia


Observó a la bella mujer por unos momentos y de inmediato desechó todas las ideas que invadieron su cabeza. Se sirvió un poco del néctar amargo de la negra botella y sin encender el cigarrillo se lo sacó de la boca y lo arrojó lejos. Balbuceó algunas palabras incomprensibles y bebió de un sorbo el tibio contenido del vaso.

Arrastrando los pies caminó por la habitación unos momentos y luego, carraspeando, entró al baño. Era pequeño y barato, pero estaba ordenado y parecía limpio. Reflejado en el espejo, su imagen distaba mucho de los recuerdos que tenía de sí mismo. Sintió pena y náuseas.

Mientras el agua fría recorría su cuerpo serpenteando sobre innumerables cicatrices y heridas recientes, recordó las circunstancias que lo habían llevado a ese lugar y también, cómo los eventos se desencadenaron desde un pasado que ahora parecía tan remoto y absolutamente ajeno. En su mente se develaron imágenes confusas, flashes que lo golpearon como una bola de acero azota el muro de un edificio en demolición. Y el muro cayó. Sintió un peso sobre los hombros y la pena se transformó en lágrimas y las náuseas en vómito y el vómito sanguinolento corrió por el desagüe junto con las pocas energías que le quedaban y con todas las ganas del hombre por seguir en ese lugar. Las lágrimas se ocultaron en el agua y de sus ojos nunca más volvieron a brotar.

Salió del baño y avanzó unos pasos para recoger el cigarrillo desechado momentos antes. Nuevamente se lo puso en la boca y esta vez si lo encendió. Calmadamente aspiró el humo y lo disfrutó cómo si fuera su primera vez. Sabía que la mujer asesinada ya no era su única compañía en aquella habitación.