18 ago 2010

Nostalgia


Observó a la bella mujer por unos momentos y de inmediato desechó todas las ideas que invadieron su cabeza. Se sirvió un poco del néctar amargo de la negra botella y sin encender el cigarrillo se lo sacó de la boca y lo arrojó lejos. Balbuceó algunas palabras incomprensibles y bebió de un sorbo el tibio contenido del vaso.

Arrastrando los pies caminó por la habitación unos momentos y luego, carraspeando, entró al baño. Era pequeño y barato, pero estaba ordenado y parecía limpio. Reflejado en el espejo, su imagen distaba mucho de los recuerdos que tenía de sí mismo. Sintió pena y náuseas.

Mientras el agua fría recorría su cuerpo serpenteando sobre innumerables cicatrices y heridas recientes, recordó las circunstancias que lo habían llevado a ese lugar y también, cómo los eventos se desencadenaron desde un pasado que ahora parecía tan remoto y absolutamente ajeno. En su mente se develaron imágenes confusas, flashes que lo golpearon como una bola de acero azota el muro de un edificio en demolición. Y el muro cayó. Sintió un peso sobre los hombros y la pena se transformó en lágrimas y las náuseas en vómito y el vómito sanguinolento corrió por el desagüe junto con las pocas energías que le quedaban y con todas las ganas del hombre por seguir en ese lugar. Las lágrimas se ocultaron en el agua y de sus ojos nunca más volvieron a brotar.

Salió del baño y avanzó unos pasos para recoger el cigarrillo desechado momentos antes. Nuevamente se lo puso en la boca y esta vez si lo encendió. Calmadamente aspiró el humo y lo disfrutó cómo si fuera su primera vez. Sabía que la mujer asesinada ya no era su única compañía en aquella habitación.

5 ago 2010

Sobre mí


Mirar el cielo,
estrellas, viento;
luces en el velo.

Y saber de reojo
que tu amor siento;
¿y por mi?

Querido..
fue un simple antojo.