"El Piano"

Desperté a mitad de la noche sólo para darme cuenta que no podía conciliar el sueño. Había tantas preguntas en mi cabeza que no me quedó otra opción más que levantarme torpemente y preparar uno de esos tés verdes de relajación que me regaló mi madre. Sentada en mi sillón favorito, mirando esa ciudad oscura y dormida desde mi ventana, bebiendo aquella infusión de yierbas desconocidas; aún podía escuchar la melodía en mis pensamientos. Solitaria, triste. Me atrajo hipnotizada como abeja ante la flor más fértil de la naturaleza. Caminé lento por el pasillo en penumbras ignorando las señales que me enviaba el instinto, absorta en aquella tonada. Acariciaba mis sentidos y provocaba en mí ser todo tipo de emociones. Guiada por el latir de mi corazón que saltaba a cada paso en su búsqueda, al fin, llegué a la fuente de aquella magia. Y ahí estaba él; sentado frente al gran piano del salón, tocando…
Al verlo, me sentí morir.